lunes, 29 de septiembre de 2008

Los orígenes de la educación inicial: Fröbel

Una breve biografía de Fröbel en la red:

Fröebel (1782-1852)


Breve biografía por Pablo Scharagrodsky

Augusto Guillermo Federico Froebel (Fröbel) nació en 1782 en Oberweissbach y murió en 1852. Fue profesor en la Escuela Modelo de Frankfurt, en Frankfurt del Main, y desde 1806 hasta 1810 trabajó y estudió con Johann Pestalozzi en Yverdon (Suiza).

En 1816 fundó en Griesheim una escuela llamada Instituto Universal de la Educación Alemana y en 1817 la trasladó a Kelhau, cerca de Rudolstadt, donde desarrolló ideas para la educación de los niños en edad preescolar, de 3 a 7 años. Estas ideas culminaron cuando estableció la primera institución dedicada exclusivamente a la educación de los niños en Blankenberg (Turingia), en 1837. Para esta escuela acuñó el término Kindergarten, que significa 'jardín de niños’. Fröbel es considerado uno de los grandes innovadores de la pedagogía y de la educación en el siglo XIX. Entre los principales escritos de Fröbel se destacan Educación del hombre (1826) Juego de la madre y canciones de la institutriz (1843).

Su fuerte fe cristiana influyó en su pensamiento como educador: “el propósito de la educación es animar y dirigir a hombre como consciente, pensando y percibiendo siendo de una manera tal que él haga una representación pura y perfecta de esa ley interna divina con su propia opción personal; la educación debe demostrarle las maneras y los significados de lograr esa meta”.

Su propuesta del 'sistema del jardín de la infancia’ hizo hincapié en el juego, los materiales del juego y las ocupaciones o actividades. El juego era una actividad creativa y le permitiría a los niños vincularse con el mundo.

Para Fröbel el Jardín de infancia es la forma de educación preescolar en la que los niños aprenden a través de juegos creativos, interacciones sociales y formas de expresión natural. En un ambiente en el que Fröbel intentaba educar a los niños tan libremente como las flores en un jardín (de ahí el nombre Kindergarten, que significa en alemán "el jardín de los niños"), utilizaba juegos, canciones, materiales especialmente elegidos para trabajar, e historias dirigidas a las necesidades de los pequeños. Para este pedagogo los primeros años de vida eran determinantes para el desarrollo mental del individuo. Claramente, en su propuesta el centro de la actividad pedagógica, es el niño.

Para sostener la educación en un ambiente lúdico, Fröbel puso especial cuidado en la capacitación de maestros de buen carácter, amistosos y accesibles para los niños, enfatizando su capacidad para transmitir el simbolismo profundo de la educación en cada una de sus acciones.
Por último, los jardines de infancia tuvieron una fuerte influencia sobre la filosofía y la práctica de la educación elemental en muchos países de todo el mundo durante el siglo XIX y XX.

Los dones de Fröebel fueron y son utilizados en los jardines de infantes de todo el mundo. En la Argentina, los materiales diseñados por Rosario Vera Peñaloza, son versiones adaptadas de los diseños de Fröebel. Una muestra de éstos puede apreciarse en el museo de las escuelas del Ministerio de Educación.

Aún en la actualidad se fabrican los materiales froebelianos. Incluso es posible comprarlos por Internet

Fuente de las imágenes: amazon.com y diversas webs de e-shopping; webs de tributo a Fröebel, y Zuretti, J.C.: Historia de la Educación, Buenos Aires, Itinerarium, 1964 para retratos de F. Fröebel.

En Imágenes de la Memoria, Fröebel en un recorrido sobre su vida y su obra

Tomado de http://www.educared.org.ar/infanciaenred/antesdeayer/index.php?q=node/152

sábado, 20 de septiembre de 2008

Roca, el padre de la enseñanza laica

Un artículo de Rosendo Fraga que presenta otra mirada sobre las políticas educativas de la época de la consolidación del Estado argentino, con algunas cifras interesantes.
http://www.perfil.com/contenidos/2008/09/07/noticia_0010.html

La cultura del esfuerzo

Artículo del filósofo y profesor Tomás Abraham, que nos aporta algunas claves para entender dónde estamos hoy como estudiantes y como educadores.
http://www.perfil.com/contenidos/2008/09/20/noticia_0012.html

martes, 12 de agosto de 2008

Lectura: Weinberg, La colonia

En los siguientes links pueden ver (en 2 partes) el capítulo 2 (La colonia) del libro Modelos educativos en la historia de América Latina, de G. Weinberg:

http://www.cepal.org/publicaciones/xml/4/25634/23Modelos%20educativoscap2parte1.pdf
http://www.cepal.org/publicaciones/xml/4/25634/23Modelos%20educativoscap2parte2.pdf

Video: La conquista

Bienvenidos!

Bienvenidos al espacio de trabajo sobre Historia de la Educación Argentina del Instituto de Formación Docente nro. 6 de Neuquén, comisión B1.

Los invito a comenzar este curso con pasión por aprender. Algo parecido a lo que pienso sobre la experiencia docente, es lo que dice este autor:

Pasión por enseñar

http://www.lanacion.com.ar/opinion/nota.asp?nota_id=991379

Por Mex Urtizberea
Para LA NACION

Hay tantas clases de clases como clases. Una de ellas es la de las inolvidables: recuerdo una clase de literatura en la que el profesor abordaba Don Quijote de la Mancha; de pronto, con un gesto vehemente abre el libro y se embarca a leernos el pasaje donde el Quijote muere. Entonces, el profesor empieza a llorar, llora mientras lo lee, cada vez más desconsoladamente, con un último hilo de voz llega hasta el punto final. Cierra el libro, saca un pañuelo, se recompone un poco y dice: "Hemos perdido a un gran hombre".

En el aula no vuela una mosca, fascinados por la escena. Después íbamos a enterarnos de que en todos los cursos este profesor repetía la misma escena de llanto emocionado en el mismo pasaje del libro. Era su pequeño y pícaro aporte para que nos interesásemos por la literatura.

Hay tantas clases de escuelas como escuelas.

Un padre me comenta, asombrado, que en la escuela de su hijo no le permiten que vaya con el pelo largo. Cuando se acerca a hablar con la directora para defender el derecho de su hijo a tener el cabello como guste, ella le explica que es por el tema de la pediculosis. Al padre no le parece muy razonable la respuesta, siendo que las chicas sí pueden llevar el pelo largo, y le plantea que, en todo caso, su hijo puede atárselo. En fin, señor, termina confesando la directora, ocurre que no queremos acá chicos anormales.

Hay tantas clases de docentes como docentes.

Una profesora me cuenta esta experiencia personal: en una prueba escrita descubre a una alumna con las manos debajo del banco, se acerca y le encuentra su machete escondido. No se enoja, no le grita, no hace público el hecho, no la pone en evidencia frente a sus compañeros, no la expone para que el resto escarmiente; en el más absoluto silencio le retira la hoja y le pone un 1. Días después, le toma el recuperatorio y, ya al final de la hora, vuelve a descubrir a la chica con las manos debajo del banco. Se acerca, resignada, y encuentra que lo que escondía esta vez su alumna era un ramito de jazmines. Son para usted, le dice, y se lo entrega junto con el examen terminado y con la mayoría de los puntos bien resueltos. Todo chico valora ser respetado, me comenta la profesora, todo chico merece ser respetado. Porque son chicos, y están aprendiendo.

Hay tantas clases de chicos como chicos. Únicos e irrepetibles, cada uno con su mochila de problemas y de talentos; a lo mejor, la escuela debería esforzarse por contemplarlos en particularidad, para que cada uno desarrolle lo que tiene para desarrollar, también único e irrepetible, más allá de lo que indican los programas con sus objetivos tan generales.

Hay tantas clases de pasiones como pasiones.

La pasión por enseñar es una de ellas, y da la casualidad de que es esta pasión la que puede despertar la pasión por aprender.

Hay tantas clases de comienzos como comienzos, ojalá sea éste un comienzo de clases totalmente apasionado para todos los docentes y para todos los chicos.